Ojo de gato: A los prof@s con cariño



Guillermo Manzano

 Decía mi abuela que para mandar, primero hay que saber hacer las cosas. Eso, porque según ella, cualquiera nos ‘podía ver la cara de pendejos’. Con el tiempo uno reconoce la sabiduría de los ancianos. Saber hacer ‘las cosas’ implica conocer todo el procedimiento, aplicarlo, y resolver cualquier contingencia que se presente y que los manuales e instructivos no previeron.
    Con las reformas constitucionales a los Artículos 3° y 73, se ha hecho mucho ruido. El gobierno habla de perfeccionar y mejorar la educación. Los trabajadores del ramo, niegan que sea una reforma educativa. En estricto sentido, los que trabajan en el aula tienen la razón.
    Este humo con tufo institucional también lo propagan ‘los críticos del sistema’. Echan en el mismo costal todo. Hacen tabla rasa y el magisterio tiene la culpa. Por supuesto, lo dijo Carlos Loret de Mola en su peliculita. Palabra de dios.
    Olvidemos los salarios bajos que percibe la gran mayoría del magisterio. Pensemos en las condiciones materiales que tienen las escuelas públicas del país. ¿Son las óptimas para el ejercicio docente? Esas telesecundarias sin energía eléctrica, sin baños y sin cristales. O esas escuelas unitarias o multigrados, donde el trabajo docente lo realiza una persona en atención a niños de diversos grados en el mismo espacio. O esas escuelas urbanas sin los mínimos elementos para aplicar las nuevas tecnologías que ‘a huevo’ quieren que se apliquen. Vamos, ni la Universidad Veracruzana tiene cubierto a todas sus facultades con el equipo informático y tecnológico necesario, ¿una escuela pública, de educación básica o media lo tiene?
    Se dice que el fracaso educativo es por culpa de las y los profesores. ¿Cuántos de los aludidos han participado en la elaboración de planes, programas y contenidos? Es más, ¿Cuándo les han pedido su opinión? Y lo mejor, ¿Cuándo les han hecho caso a los profesores ‘de banquillo?
    Se quejan del bajo conocimiento del idioma y las matemáticas. ¿Y la familia? Si el alumno llega al nivel superior con faltas de ortografía, carencia de sintaxis y nulos conocimientos de la gramática y los algoritmos básicos, ¿la familia nunca se dio cuenta de las carencias de sus hijos e hijas?
    Se exige a los maestros cumplir con su responsabilidad social. Es correcto. Pero quienes exigen, ¿cumplen su responsabilidad social, política e histórica?
    Se jode y jode con la evaluación. Cierto, hay que evaluar, ¿y quién evalúa al evaluador? ¿El presidente o el Gobernador de Veracruz? ¿El primero en historia nacional y el segundo en ética?
Chuayfet, Duarte y Mota

    ¿Alguien sabe cuándo trabajó como docente en alguna escuela pública el secretario de educación del país o el de Veracruz? De veras pueden estar 200 días o menos (ya sabe, ‘piches maestros huevones’) con grupos de 50 alumnos a temperaturas altas, sin ventilación, sin alimentación adecuada y de familias que viven con ingresos menores a los  seis mil pesos mensuales. ¿De veras pueden? Quiero verlos.
    Las maestras y maestros merecen respeto. Es fácil criticar, pero sólo el que carga el morral sabe lo que pesa.
    Para mandar hay que conocer. Sólo para valorar que el trabajo doméstico también es una chinga…
   

   
   

    

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