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Mostrando entradas de septiembre, 2010

El Dianche: Volver a la normalidad

Guillermo Manzano No hay memoria reciente de una devastación en Veracruz como la sufrida en los últimos días: inundaciones, lluvias y un huracán. Todo en uno o uno tras de otro. Llovió sobre mojado, dice el refrán. Somos testigos de la ayuda material. Se agradece y más lo agradecen los beneficiados. Una sopa caliente y ropa seca es la gloria. Motiva el apoyo de anónimos y públicos. Cada quién a lo suyo, hasta no estorbar ayuda. A fuerza de escuchar palabras, a fuerza de escuchar enunciados repetimos y caemos en lugares comunes: los que perdieron todo. Volver a la normalidad. Hay ‘N’ muertos y ‘N’ desaparecidos. Tantas toneladas de ayuda han llegado. Y así, los espacios noticiosos nos hacen ‘ver’ una realidad cuya verdad está más allá de las imágenes y los sonidos. ¿Cómo se vuelve a la normalidad después de perder todo?, ¿qué significa perder todo?, ¿lo material, al ser querido, la documentación básica, el recuerdo de una fiesta, la fotografía de la boda? No sé. Nunca he p

Carta del Jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos

[Carta: Texto completo] J efe Seattle Nota El presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, envía en 1854 una oferta al jefe Seattle, de la tribu Suwamish, para comprarle los territorios del noroeste de los Estados Unidos que hoy forman el Estado de Wáshington. A cambio, promete crear una "reservación" para el pueblo indígena. El jefe Seattle responde en 1855. El Gran Jefe Blanco de Wáshington ha ordenado hacernos saber que nos quiere comprar las tierras. El Gran Jefe Blanco nos ha enviado también palabras de amistad y de buena voluntad. Mucho apreciamos esta gentileza, porque sabemos que poca falta le hace nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego a tomar nuestras tierras. El Gran Jefe Blanco de Wáshington podrá confiar en la palabra del jefe Seattl

El IVEC siempre está cojo

17 Septiembre, 2010 01:52:00 Elia Melchi Reyes NOTIVER A sus 85 años de edad, Loló Navarro sigue firme en su intento de mantener la etapa teatral y cultural del estado y sobre todo del municipio, le pide a los nuevos funcionarios, estatal y municipal, rescatar lo que se ha perdido del viejo Veracruz ¿Cómo recuperar los espacios perdidos de la cultura? "Creo que no andan buscando personas para hacerles un favor y darles una chamba, porque son las hijas o las ahijadas y las nietas de alguien, o porque ya salieron de la Cristóbal Colón, no tengo nada contra la Cristóbal, nada garantiza el que tú salgas de la mayor escuela si no tienes la vocación de servir en eso, hay gente que lo que anda buscando es la notoriedad, o sentarse en las mesas importantes o colgarse un gafete de cultita, ese es el problema que cuando a la hora de elegir un equipo de trabajo para la cultura y no es que uno sea el dueño de la cultura, pero uno an

Celia Cruz - Guantanamera

Ana Torroja y Aleks Syntek - Duele el Amor

corazones-miguel bose-ana torroja

Ana Belén y Víctor Manuel - La puerta de Alcalá

miguel rios - santa lucia - 17.06.2006

miguel rios - santa lucia - 17.06.2006

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Chaqueteros

Guillermo Manzano La ociosidad es la madre de todas las preguntas. Algunas sosas, otras profundas, otras sin respuesta y unas, la mayoría, verdaderas perlas de la sinrazón. Pero uno no deja de preguntar ni de preguntarse. Por ejemplo, ahora con lo del rollo del bicentenario uno preguntaría: ¿desde cuándo hay chaqueteros en la política? Pudiese ser ociosa o no; lo cierto es que el cambio de chaquetas en México es tan viejo como nuestra historia. Ahí están los tlaxclatecas o la Malinche. Claro , se alegará y con justa razón que eran otros contextos y, en el caso de los primeros, fue una alianza para darle en su madre a los aztecas. El caso de la mujer de Jaltipan (o Tabasco, que se pelean la paternidad de tan célebre personaje), dirán que sólo cumplió el papel que su sociedad le dio. Que no hay parangón entre los chaqueteros de la política con los ejemplos citados. Entonces optaré por otro ejemplo. Que tal Agustín de Iturbide. Gachupín y realista, tuvo la encomienda de la cor

México: Nación precoz

Guillermo Manzano Antes de que se inventara la comida rápida o los hornos de microondas, México ya había patentado la precocidad del quehacer. Los mexicanos hacemos todo tan rápido que pasamos de una cosa a otra sin terminar la primera. Celebramos la primera piedra de algún edificio, el primer gol de la selección, la primera (y a veces única) medalla en los juegos olímpicos, el primer beso, la primera relación sexual, el primer amor de la vida, la primera borrachera, el primer hijo (a) lleva el nombre de uno de los progenitores, el primer día de clases. Celebramos el primer lugar de algún concurso escolar, de un torneo deportivo del barrio, de canto de aficionados, de poesía amateur, el primer año de casados, el primer hombre que llegó a la luna, el primer presidente no emanado del PRI, el primer cigarro fumado a escondidas, la primera ‘pinta’ de la escuela, la primera comunión, el primer sueldo que cobramos, el primer día del año (algunos encienden una vela el primer día de c

Aquel verano del 85

Lorenzo Franco Aranda - Fue el amanecer de un jueves soleado, que apuntaba a ser radiante, con el calorcito de finales del verano. Residía yo entonces en el legendario barrio de Belem, muy cerca de los típicos canales y del centro urbano de la turística delegación Xochimilco, enclavada al sur de la gran ciudad. Ahí se sintió, fuerte pero breve, el sismo de 8.1 grados en la escala Richter. Esa mañana debería reunirme con Leopoldo Regalado Allende -ex reportero de la fuente informativa de Presidencia de la República en el periódico El Nacional- jefe de la oficina de Difusión y Publicidad de la Coordinación General de Abasto y Distribución del Distrito Federal (COABASTO) donde yo era titular del Departamento de Prensa. El plan de trabajo era asistir en Tlatelolco a una reunión previa de los anfitriones capitalinos de lo que iba a ser el XIV Congreso Mundial de Mercadeos Mayoristas, a celebrarse en la ciudad de México del 30 de septiembre al 4 de octubre de ese año