Seguridad Humana Ahora




La Comisión sobre Seguridad Humana (CHS por sus siglas en inglés) fue lanzada en junio de 2001 para preparar un informe sobre temas de seguridad humana y promover la comprensión pública del concepto de seguridad humana y su utilización como una herramienta operacional para la formulación e implementación de políticas. La CHS está presidida por la ex Alta Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados Sadako Ogata y del ganador del Premio Nobel, el economista Amartya Sen. El informe final de la CHS fue presentado al secretario general de las Naciones Unidas Kofi Annan el 1 de mayo de 2003. Amartya Sen respondió a las preguntas de SGI Quarterly acerca de la Comisión y su informe. Aquí presentamos esa entrevista junto con notas saltantes del informe.

SGI Quarterly: Las discusiones acerca de la seguridad humana se han dado por todas partes durante décadas. Pero la mayoría de las personas todavía ve la seguridad en términos de seguridad nacional. ¿Cómo cree usted que se puede comunicar más ampliamente una mayor comprensión de la seguridad humana?
Amartya Sen: Una mayor comprensión de la seguridad humana es sumamente importante precisamente porque afecta a la vida humana. La idea de lo que se conoce como “seguridad nacional” es algo remota a la vida humana, en el sentido de que a menudo es definida en los términos de preparación militar y otros temas de política nacional. La defensa, por supuesto, puede ser importante para la vida de las personas en una nación, y hasta el punto en que esto es aplicable, esa consideración puede ser plenamente cubierta dentro de la idea de la seguridad humana misma.
Usted dice que la mayoría de las personas ven la seguridad en los términos de la seguridad nacional. Yo no estoy seguro de esto. En realidad, ellas están preocupadas por la seguridad de sus propias vidas y las de las demás personas como ellas. Lo que hay que enfatizar es que esta preocupación general debe ser tratada directamente, y cualquier comprensión de la seguridad en términos más remotos (tales como el de la seguridad militar o la llamada seguridad nacional) puede ser integrada con aquella hasta el punto que haga más segura la vida humana

El desarrollo como libertad
SGIQ: Usted es muy conocido por promover la idea de “El desarrollo como libertad”. ¿Cómo ve usted la relación entre la seguridad humana y la libertad?
AS: La idea implícita en mi último libro, El desarrollo como libertad, es que la libertad es el fin principal del desarrollo así como su principal medio. La comprensión básica aquí es que cada una de las libertades de diferentes tipos (tales como la libertad política, facilidades sociales, oportunidades económicas, etc.) son individualmente importantes, pero también se complementan mutuamente. Cada tipo de libertad sirve como un fin en sí mismo y también como un medio para las demás libertades.
La idea de la libertad es muy amplia y trata con la libertad de la inseguridad así como con la libertad para realzar las condiciones de vida generales y la capacidad de las personas para hacer lo que valoran hacer y tienen razón de perseguir. La seguridad humana está, de esta manera, conectada con una parte de la libertad humana, y es esa parte con la que está específicamente conectado el informe de la Comisión sobre Seguridad Humana. En el contexto de la seguridad humana, estamos especialmente preocupados con los “riesgos de bajada”.
En verdad, aun cuando el progreso general es muy positivo, la amenaza de inseguridad puede seguir estando presente y ser seria. Por ejemplo, Corea del Sur tuvo dos décadas de crecimiento económico extremadamente rápidos, con mucha igualdad en la distribución de las ganancias económicas cuando ocurrió la crisis económica del este de Asia en 1997, una proporción de la población había quedado sumamente vulnerable, a pesar de haber tenido participación en el progreso general de toda la economía. El problema es que cuando las cosas suben y suben, a menudo las personas se mueven juntas, pero cuando llega la caída, ellas tienden a caer sumamente divididas.

Vulnerabilidad
Por eso la vieja idea de que el crecimiento con igualdad no brinda una garantía adecuada de seguridad cuando se suscitan bajas ineludibles. Enfocando específicamente la seguridad humana, el informe de la Comisión extiende la búsqueda más “optimista” del desarrollo, prestando atención específica a los peligros de las bajas y declinaciones no anticipadas. La idea de la seguridad humana, de esta manera, se adecua bien con la idea más amplia de la libertad humana, pero enfoca particularmente la cuestión de la vulnerabilidad.
SGIQ: Usted experimentó personalmente la división de la India y el hundimiento del país en el sectarismo político y la violencia. ¿Cómo cree usted que se puede evitar ese peligroso separatismo cultural o religioso en tiempos de inseguridad económica?

AS: Usted está en lo correcto al preocuparse por lo que se puede hacer para impedir la violencia relacionada con el separatismo cultural y religioso. En verdad, ese problema surge no sólo en épocas de inseguridad económica sino también a través de muchas otras relaciones. Por ejemplo, la violencia comunal en Gujarat, del año pasado, llegó en un período de considerable expansión económica, que ha continuado por varios años en ese mismo estado.
El tema del sectarismo político y la violencia debe ser tratado directamente. La gente no se violenta entre sí por ninguna propensión natural, sino, más bien, es conducida a un curso de acción sangriento por el sistemático envenenamiento de su mente. Como dice el poema de Ogden Nash: “Cualquier chiquillo de escuela puede amar como un tonto, / Pero odiar, hijo mío, ¡es un arte!”. Ese arte lo cultivan sistemáticamente los instigadores y promotores sectarios del descontento y el odio. Es muy importante confrontar este tráfico de odios tanto a través de una informada discusión pública como prestando una adecuada atención al currículo de la educación escolar.

Identidad humana compartida
Forjando una estrecha perspectiva de las personas en términos sectarios, el cultivo de la sospecha en los demás puede causar un daño tremendo en la mente de los jóvenes. Esto ha sucedido en un país tras otro en los años recientes. Debemos estar vigilantes y asegurarnos de que el currículo de la escuela amplía la mente de los niños, en lugar de estrecharlas. El hecho de que nuestras diferentes identidades relacionadas con la religión u otras creencias no tienen por qué ponernos en un curso de colisión mutua, es una comprensión muy importante que tiene que ser cultivado deliberada y decididamente. Asimismo, nuestra identidad humana compartida es un tema de nuestra existencia que debería tener una articulación más clara y vigorosa.
SGIQ: Gran parte de la acción concreta que propone la Comisión coincide con las prioridades existentes para, por decir, el control de armas o el incremento en la inversión en educación o salud pública. ¿Cómo piensa usted que la Comisión puede hacer una diferencia?
AS: No estoy seguro de que las propuestas de la Comisión realmente coincidan tanto con otras prioridades existentes. Lo que se debe reconocer principalmente es que el foco de la Comisión está en los seres humanos, y la seguridad con la que estamos preocupados es, específicamente, la seguridad humana. Aun cuando sea ineludible que algunos de los temas en los que nos hemos concentrado, como el del cuidado de la salud pública, o la expansión de la educación escolar, o el control de armas, habrían recibido alguna atención en discusiones públicas previas, la diferencia que estamos tratando de establecer proviene de nuestro específico enfoque en la seguridad humana.
Esto establece tres diferencias en particular. Primeramente, exige una mayor comprensión de los diferentes temas de inseguridad y vulnerabilidad que se relacionan mutuamente. Por ejemplo, existe una íntima conexión entre la falta de educación básica y la incapacidad de hacer buen uso de las facilidades de salud pública. De manera similar, existe una complementación entre la exportación de armas (a menudo vendidas por los países más ricos del mundo) a los países más pobres y el debilitamiento de la democracia y la sociedad civil en esos países más pobres, y los dos tienen que ser tratados juntos. Asimismo, aun cuando la educación escolar sea expandida, prestando atención al currículo escolar (enfocando la ampliación de la mente humana en lugar de plantar sectarismos incendiarios) es especialmente importante complementar el proceso, de manera que se pueda reducir los conflictos y confrontar el cultivo de la violencia.
En segundo término, estamos enfocando específicamente los riesgos de bajada y, como tal, nuestra principal preocupación motivadora tiene que ver más con la vulnerabilidad de los más precarios que con el progreso global justo. No existe conflicto entre las dos perspectivas, pero queremos prestar particular atención a los peligros que acechan (proviniendo de los conflictos o de bajas económicas) aun cuando, por lo general, las cosas parezcan estar avanzando positivamente.
Integración
Tercero, si bien hay muchas organizaciones que están promoviendo causas que coinciden o que se complementan con los objetivos que busca la Comisión, se necesita de una integración organizacional que deberemos meditar detenidamente. Por ejemplo, sobre el tema del cuidado de la salud, está el tema de los sistemas de servicio de salud, con el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras partes que conforman la organización de las Naciones Unidas están particularmente interesadas, pero también están los temas de las patentes de derechos y la comercialización, en los que la OMS debe estar involucrado, como el desarrollo de medicamentos económicos y su disponibilidad a bajos precios para los consumidores (a menudo indigentes que sufren enfermedades graves). El desarrollo y la disponibilidad de medicamentos baratos tienen que estar integrados a la expansión de los sistemas de servicios de salud para que los medicamentos sean utilizados apropiadamente y los resultados efectivamente monitoreados. Estamos exigiendo que la comunidad mundial observe particularmente las interconexiones que se deben tomar en cuenta para el desarrollo de un enfoque más pleno y más integrado de las inseguridades que infestan la vida de tantos en la humanidad.
SGIQ: Muchos de nuestros lectores querrían saber qué es lo que pueden hacer concretamente para incrementar la seguridad humana, si bien la escala global de los problemas puede ser abrumadora. ¿Qué consejo les puede ofrecer usted?
AS: Nosotros creemos que la efectividad de nuestra batalla contra la inseguridad humana requiere de colaboración en diferentes niveles. Sus lectores tendrán mucho con que contribuir en esto. Ante todo, el enfocar la preocupación por la vulnerabilidad y la inseguridad puede ser valioso en la formulación de una importante perspectiva para la atención del mundo. Esperamos que haya muchos artículos e intercambios de dominio público sobre los diferentes temas que hemos evocado en el informe de la Comisión.
Protección y capacitación
En segundo término, sus lectores mismos están involucrados en diferentes esferas de la vida, algunos en la educación, otros en la industria, e incluso otros en el cuidado de la salud, el periodismo y otras actividades. En cada uno de estos campos hay mucho por hacer, que puede promover la causa de una mayor seguridad humana en el mundo. Si estamos en lo correcto al pensar que para trascender el problema de la seguridad humana se necesita tanto de “protección” (cuando las personas son demasiado vulnerables para resistir las fuerzas que las abruman) cuanto de “capacitación” (cuando las personas, con la ayuda mutua, pueden realzar su capacidad para resistir el desarrollo de amenazas), sus lectores pueden desear ver lo que pueden hacer en la búsqueda de ambos objetivos.
Vivimos en un mundo, y nuestra capacidad para preocuparnos por nosotros mismos y por los demás depende en mucho de cómo entendemos lo común de nuestros problemas y los desafíos que enfrentamos juntos, como seres humanos, con diversos resultados. Con la rica tradición de preocupación social de la que forma parte la Soka Gakkai Internacional, sus lectores, creo yo, tendrán un rol particularmente constructivo que desempeñar uniéndose a otros en la lucha contra el desafío mayor de nuestros tiempos –el intenso problema de la inseguridad humana.
Amartya Sen es profesor en el Trinity College, Cambridge, y ganador del premio Nobel en Economía de 1998. Ex presidente de la Asociación Económica Internacional  y la Sociedad Econométrica, ha enseñado en Calcuta, Delhi, Oxford, Cambridge, la Escuela de Economía de Londres y Harvard.


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