Policromía: Promulgada


María Luisa Martínez

Esta semana se concretó la reforma al Código Penal del Estado, para la prevención y sanción de la violencia familiar. Con su promulgación por el Poder Ejecutivo, concluye una etapa legal para buscar la erradicación de cualquier tipo de violencia contra las mujeres.

La Presidenta de la Comisión Permanente de Igualdad de Género de la LXIII Legislatura del Estado expresó lo anterior, al asistir junto con los presidentes de la Mesa Directiva, diputada Octavia Ortega Arteaga, y de la Junta de Coordinación Política, Juan Nicolás Callejas Arroyo, a un evento en que el Gobernador firmó el Decreto que adiciona, reforma y deroga diversas disposiciones del Código Penal, en relación con los delitos contra la vida y la salud personal, la libertad y la seguridad sexual, la familia, la moral pública y la violencia de género.

Sin duda alguna, es un paso firme hacia adelante, al quedar estatuido las sanciones por los diversos tipos de violencia que se generan dentro de un hogar. Y no porque seamos una sociedad “violenta”, sino porque usos y costumbres de antaño se han enquistado en nuestra conciencia, de tal forma que pareciera que es “lo normal”. Es decir, muchas veces ni cuenta nos damos que somos víctimas o victimarias.

La diputada Mónica Robles dijo que las mujeres viven una desventaja jurídica, política, económica y social que las expone a una situación de vulnerabilidad y violencia: “Se debe a una desigualdad histórica que las ha colocado en posición de subordinación, inferioridad y dependencia”.

Por supuesto –insisto e insistiré en cada foro en que tenga voz–, la responsabilidad de educar en una cultura de respeto, tolerancia y aceptar las diversidades de pensamiento se incuba en el hogar. Lo que hagamos será reproducido por nuestras hijas e hijos, en su futuro y presente.


La propia presidenta de la Comisión Permanente de Igualdad de Género consideró que mantener esos factores culturales de violencia y discriminación en la Ley genera injusticia e impunidad. De ahí la importancia de actualizar la legislación penal y hacer frente con mayores herramientas al fenómeno de la violencia hacia las mujeres, niñas y niños. Destacó que Veracruz también cuenta con la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

“Nos dimos a la tarea de proponer una reforma al Código Penal veracruzano en materia de violencia de género contra las mujeres, las niñas y los niños, que coadyuvará a garantizar el pleno ejercicio de sus derechos”.

Entre otros aspectos se tipificó en el citado Código que el delito de violación entre cónyuges se persiga de oficio, no por querella, y busca dejar claramente establecido que la violación dentro del matrimonio existe y es un delito grave, que en muchos casos antecede al feminicidio.

Como sociedad debemos hacer una reflexión amplia y profunda, platicar sobre el tema en nuestros círculos sociales inmediatos y mediatos, y tomar conciencia que la violencia genera violencia. Nada debe ser impedimento para nuestro actuar. Cambiar depende de una. ¿Cuándo? Cuando una decida.

Por hoy es todo. Le deseo un excelente fin de semana y nos leemos en la próxima entrega.



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