El postperiodismo
(Tomado de la Revista Replicante)
Entrevista
con Roberto Guareschi: Periodismo con los lectores
Por Juan
Mascardi
“Cuando un periodista entrado
en años diga que todo tiempo pasado fue mejor, no le crean”. La advertencia es
lanzada por Roberto Guareschi a un auditorio poblado de estudiantes de
periodismo y comunicación. Jóvenes que escuchan atentos a un hombre que trazó
parte de la historia grande de los medios de comunicación de la Argentina y que
ahora procura delinear el perfil de los nuevos comunicadores. Guareschi habla
del postperiodista, un profesional inmerso en la cultura 2.0, que debe
desarrollar como habilidades ser tecnófilo, saber sobre programación,
numerolófico, humanista. También debe saber narrar, explicar, interpretar y
contextualizar.
La conferencia de Guareschi
fue en el marco del Congreso de Comunicación y Culturas 2.0, un ámbito generado
por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Abierta
Interamericana (UAI). El periodista dirigió la redacción de Clarín entre
1990 y 2003 y la de El Cronista Comercial en 1975 y 1976. También
participó en la creación de clarín.com en una época donde las computadoras eran
enormes gabinetes y podían ejecutar unas pocas operaciones.
No obstante, Guareschi jamás
se durmió en la nostalgia del papel y en su afán exploratorio marca tendencia.
El exjefe de redacción repasa casos digitales de periodismo. Entre ellos
destaca la creatividad del Guardian y el New York Times. “Todos
los que han nacido de diarios tradicionales sufren el lastre de la vieja
cultura que los subvenciona y los hace posibles; todavía son, en gran medida,
apéndices de su diario de papel. Hay otras publicaciones, nativas digitales,
muy interesantes, como el de CNN y el Huffington Post”, afirma.
Guareschi habló con Replicante
sobre las transformaciones del viejo oficio, los casos de éxito a nivel global
y definió qué es el postperiodismo, nombre de su blog personal:
robertoguareschi.com
—¿Qué es el postperiodismo?
—El postperiodismo es el
periodismo que va a suplantar al actual. La aparición de la interactividad
otorga la posibilidad de que usuarios, lectores o audiencia participen de
distintas maneras. A veces de forma significativa u otras simplemente
comentando. Pero esto abre una posibilidad que nunca existió y es la primera
vez que ocurre algo verdaderamente nuevo en el periodismo. Es, simplemente, un
camino que se abrió y un camino en el cual los medios masivos, muchísimos, no
entraron. O bien, muchos entran mentirosamente, por ejemplo, dicen que están en
las redes sociales pero sólo las usan para promocionar sus contenidos. Pero no
usan las redes sociales para conectarse verdaderamente con los usuarios o para
permitirles a los usuarios conectarse entre ellos. El postperiodismo se va a
construir a partir de la participación de los lectores. Eso parece obvio, sin
embargo muchas veces no se tiene en cuenta el cambio monumental que significó
la aparición del usuario activo.
—¿Cómo recordás la experiencia
de haber sido parte de una etapa fundacional del periodismo digital con la
creación de clarín.com?
—La recuerdo con gran alegría
y emoción. Hace poco Julián Gallo, un amigo que fue el principal talento en esa
transformación me mandó una foto de una computadora, creo que era israelí, que
usamos. En ese momento era una cosa impresionante (por su tamaño) y ahora es una
computadorita.
—¿Qué cosas se discutían en
esa época, en el año 1990?
—Lo que más nos preocupaba era
hacer las cosas que no se podían hacer en el diario (de papel). De todos modos,
si hoy miramos Clarín Digital de aquella época diríamos “qué simpleza”. Pero
hacíamos cosas de vanguardia como usar webcams. Estoy hablando de 1996. Las
webcams se usaban para vigilar los parques en los Estados Unidos y nosotros las
usábamos para mostrar la ciudad. Pusimos una webcam en la 9 de Julio, en el
Obelisco. Fue una cosa creativa, usábamos videos, una cosa que no era tan
común.
—¿Hoy se aprovechan esos
recursos?
—Los medios no están
aprovechando en internet todo lo que podrían hacer. Creo que, en parte, es
porque los grandes medios tienen una cultura de época. Los medios nacieron bajo
la cultura de la industria. Un poco por esa cultura, otro poco por pereza y
otro poco por avaricia no están haciendo cosas verdaderas por fuera de lo que
es el papel. Hacen algunas, pero el hecho de haber nacido como medios masivos,
con una tecnología que pertenece a fines del siglo XIX, la imprenta, la
rotativa los coloca con una visión del mundo que está más puesta en esos
procesos lineales y en esa manera de pensar la organización de un diario. Es
una organización que debería promover la creatividad muchísimo y en todos los
grados posibles la mata con una verticalidad y compartimentalización de todo el
diario.
”Por ejemplo, cuando estaba en
Clarín había comenzado a estudiar una cosa, que se inició en los Estados
Unidos en el año 1995-1996 que era trabajar en equipos. Estuve en un diario en
Canadá que dirigía un amigo, donde hicieron una experiencia muy interesante.
Cubrían las noticieras con un equipo autosuficiente: un redactor, un fotógrafo,
un diseñador. Entonces salían con toda la polenta y con toda la capacidad de
abrir la cabeza. Algo de eso hicimos en Clarín. Un equipo que podía
estar integrado por periodistas de política, economía o información general. Me
acuerdo cuando fue la voladura de Río Tercero mandamos gente de información general,
política y un infografista. Yo no sé si se está haciendo eso ahora, me parece
que los infografistas siguen sentados en sus escritorios. Lo digital convoca
eso, lo necesita, se puede, pero además lo necesita. Imagináte si ese hecho
ocurriera hoy se haría con una infografía animada, donde vos podrías ver la
explosión.
Desafíos
Guareschi ha viajado por todo
el mundo y ese roce le permite conocer las vanguardias en materia de
comunicación. Cita a autores como Jay Rosen y Kevin Kelly. Los desafíos y las oportunidades
que tendrá el periodismo en una época donde los más jóvenes no leen los
diarios, lo apasiona. Como un viejo druida, el periodista analiza estadísticas
y tendencias. Desde su blog dispara: “Pasamos un promedio de 25 horas mensuales
online, más que los otros latinoamericanos y más que la media mundial. Somos el
tercer país del mundo en horas empleadas en redes sociales”. Para Guareschi,
las redes sociales se están constituyendo en la trama de internet. Y allí están
los medios de comunicación.
¿El periodismo se muere?
Definitivamente, no. “Estamos en la civilización de la pantalla. Hay pantallas
en cualquier parte y forma. Éste es el futuro”, afirma Guareschi. En todo caso,
sostiene el especialista que los diarios dejarán de llamarse de esa manera ya
que el ciclo de la noticia es diferente. “Tal vez debemos pensar en los
continuos. ¿Qué hacemos los periodistas? Debemos salir con creatividad de esta
encrucijada”.
El postperiodismo. Guareschi
en diálogo con Crónica Z:
—¿Cuáles son los medios que te
llaman la atención en Argentina?
—La Nación y TN tienen buenos
sitios. Clarín —de alguna manera— también, porque tienen mucha riqueza
informativa. Estéticamente no me parece bueno porque es muy abigarrado, quiere
presentar todo. Pero cada diario elige cuál es su camino, el New York Times
también tiene una página primera muy abigarrada. Pero TN tiene una portada y La
Nación tiene una cosa que va en ese camino pero no tan radicalmente. En ese
sentido, veo más voluntad de cambio, pero no veo fuera de los medios
establecidos nada potente. No veo nada con verdadero trabajo, en parte eso se
puede deber a nosotros, los periodistas y en parte se puede deber al momento
que se vive.
—¿Tenés algún proyecto de
comunicación?
—Siempre tengo algún proyecto
de comunicación y tengo amigos con los cuales nos reunimos, pero es difícil
ponerlo en práctica porque digamos si uno quiere hacer una cosa periodística
con potencia hace falta dinero o hace falta mucho tiempo. Además colaboro con
medios del país y también soy editor para América Latina de Project Syndicate,
una agencia internacional de columnas de opinión.
—¿Qué está haciendo The
Guardian con sus usuarios?
—The Guardian está publicando
parte de su sumario del día siguiente, o sea en todos los medios escritos hay
una reunión de editores en donde se discuten los temas del día o cuáles creen
los periodistas que van a ser los temas principales del día. Ahí hay toda una
decisión, periodística, editorial. Lo que hace The Guardian es publicar una
parte de ese material, no todo, porque ellos anuncian que se reservan las cosas
que son totalmente exclusivas, pero de todos modos en la misma nómina de temas
uno ve una intención, uno ve lo que The Guardian considera más interesante,
entonces lo que hace es abrir la posibilidad que los lectores aporten cosas,
den datos sobre las cosas que se están trabajando para el día siguiente y lo
hacen corriendo el riesgo de darle una ventaja a la competencia. Pero la
importancia que tiene para The Guardian con esta relación con los lectores es
mucho mayor que el peligro de que le roben cosas. Lo que va a seguir a esto o
posiblemente ya lo han puesto en práctica es que el Guardian empiece a pedir
ayuda a los lectores para decir yo estoy investigando, por ejemplo, el caso de
un chico que fue atropellado por un automovilista que escapó o estamos
investigando casos como éstos en toda Inglaterra, o sea que es como un cloud
sourcing que seguro va a ser mucho más rico que las estadísticas oficiales,
porque muchas veces las estadísticas oficiales son simplemente un número y
posiblemente muchos de esos accidentes no estén en esas estadísticas por
distintos motivos, por ejemplo porque no fueron denunciados, etcétera.
—¿Cómo evolucionó el proyecto
The Local: East Village?
—Por lo que he leído está
avanzando sin convertiste en una cosa extraordinaria en términos de visitas
únicas o como ellos esperaban de auto sustentación. Pero yo creo que todas
estas experiencias son experiencias que en fin pueden fracasar o pueden
languidecer pero de todos modos están mostrando un camino.
Desde luego que no todo el periodismo
futuro va a ser un periodismo en el cual el lector va a tener una participación
significativa, me pudo imaginar perfectamente que haya un medio que diga “como
política de marketing para atraer lectores, el lector no tienen nada que ver
con lo que publicamos. Nunca permitiremos a un lector participar en nuestro
trabajo”, entonces mucha gente dirá “Ése es el periodismo que yo quiero”. Pero
también es cierto que medios de la importancia de The Guardian, un medio que ha
hecho el milagro de ser el diario británico que tiene más visitas en Estados
Unidos, o un diario como el New York Times que tiene mucha importancia,
prestigio, talento acumulado, están trabajando con la participación de los
lectores. O sea, si la tecnología lo permite, la tecnología lo manda. La
tecnología crea una cultura, desde luego que nosotros creamos la tecnología,
pero la tecnología crea una cultura donde funciona, una cultura que explica y
aprovecha esa tecnología. Entonces no tiene vuelta, tienen que ser así. ®
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