La necesidad del sector Cultura en las Políticas Públicas *
Lourdes Hernández Quiñones
Es complicado afirmar que la
estructura jerárquica de una dependencia garantiza los apoyos para su
operación. Basta con mirar hacia la región sur de México-de acuerdo con la
regionalización del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes-donde 2
estados, Yucatán y Quintana Roo, cuentan ya con Secretarías de Cultura;
Tabasco, Campeche y Veracruz, continúan con Institutos de Cultura; y Chiapas
desarrolla su quehacer bajo la tutela de un Consejo Estatal para la Cultura y
las Artes.
De Yucatán, es necesario reconocer su
liderazgo en materia cultural en la región. Han logrado constituir un proyecto
cultural ambicioso que comparte por igual una mirada hacia lo social, haciendo
de las artes un punto de reconstitución del tejido social, a partir de un
fuerte impulso a la música en todos sus géneros; que invita e involucra a
niños, jóvenes y adultos; que incorpora a los diversos pobladores en la
construcción de la cultura como sujetos protagonistas de este quehacer.
Se trata de un ejemplo en la zona sur. La gobernadora ha brindado su respaldo y
el secretario, Lic. Renán Guillermo González, Secretario de la Cultura y
las Artes de Yucatán es un hombre con amplia visión y compromiso.
Caso similar es el del Instituto
Estatal de la Cultura de Tabasco. Allí se ha dado un fuerte impulso a la
Educación Artística y, en lo particular, a la formación artística en el nivel
superior. Asimismo, la directora de este Instituto, Maestra Norma Lilí
Cárdenas Zurita, mujer entusiasta, ha contado con el apoyo del Gobernador del
Estado, lo que ha permitido dar forma a un proyecto cultural importante, con
cobertura en diversos municipios de aquella entidad, con un fuerte impulso a
las culturas populares e indígenas y a la realización de grandes festivales. En
este caso resulta interesante que de ser Secretaría de Cultura, se decidió
regresar a la figura de instituto de Cultura.
Lamentablemente el sector cultura
continúa siendo muy frágil en las políticas culturales, pues aún no se le da la
importancia que éste tiene. Si se tiene que hablar de sus beneficios, se hace
referencia a los empleos que se generan, al público beneficiado, pero rara vez
se ven los resultados de mayor trascendencia que tocan el desarrollo espiritual
y social, el sentido de pertenencia, el orgullo identitario, la posibilidad de
construir mejores sociedades.
De cualquier manera, se requiere
incorporar en las políticas públicas la discusión en torno a la cultural, a
partir de la reflexión y el análisis, a partir de la convicción de que este
sector puede aportar mucho para la construcción del futuro.
*Texto escrito para el blog de la autora Senderos de lo Cultural
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