TRANSFOBIA: LAS OTRAS MUERTAS
(Tomado de Sin Embargo) Por: Alfonso Castañeda Eran aproximadamente las dos de la tarde cuando un niño pastor se topó con el cadáver de una mujer. El cuerpo semidesnudo presentaba una herida a lo largo del cuello, brazo derecho y en el costado izquierdo; además de varias huellas de tortura, algunas quemaduras, lo que enseguida llamó la atención de las autoridades. Horas después, aquella mujer, de 28 años, tenía nombre y un perfil que más tarde haría resonancia: Agnes Torres Hernández. Era una mujer transexual. Pero más allá de su identidad de género, muchos la conocían por su activismo en el colectivo Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual e Intersexual (LGBTTTI). Los signos de tortura hicieron suponer que se trataba de un crimen de odio. Benicia Hernández Huerta, madre de Agnes, identificó el cuerpo de su hija. Declaró que el último día que la vio fue el viernes 10 de marzo, por la mañana. Pero fue al día siguiente que el niño pastor hallaría el cuerpo vejado.