Mujeres que Saben Latín: Mujeres y política

 Sheyla Fuertes Lara
El próximo año habrá elecciones en el estado de Veracruz, en las que se definirá la gubernatura y 50 escaños en la legislatura local, 30 uninominales y 20 plurinominales. De los cuales, ¿cuántas serán mujeres?, ¿respetarán los partidos la paridad de género?
El Código Electoral del Estado, establece que los partidos deben destinar el 50 por cierto de las candidaturas  a mujeres, la realidad es que en los hechos no todos cumplen con esta disposición ¿Por qué?
La respuesta es sencilla, desafortunadamente las decisiones, en su mayoría, las siguen tomando los hombres que no quieren perder ese privilegio y ven en las mujeres una competencia, de ahí que haya un estancamiento de la participación política femenina.
La lucha de las mujeres y los esfuerzos feministas son diversos, de ahí que logren ocupar algunos espacios públicos en la toma de decisiones, pero sigue sin haber igualdad. Y en este sentido aún falta mucho por hacer.
Recordemos que sólo 6 mujeres han llegado a la gubernatura en la historia de nuestro país, Griselda Álvarez Ponce de León en Colima; Beatriz Paredes Rangel en Tlaxcala; Dulce María Sauri Riancho en Yucatán; Rosario Robles Berlanga en el Distrito Federal; Amalia García Medina en Zacatecas e Ivonne Ortega Pacheco en Yucatán, todas manifestaron los inconvenientes que enfrentaron para poder llegar a ese cargo.
Y aunque la participación política de las mujeres les ha permitido a varias ocupar una curul en los congresos a nivel federal o estatal; aún en esos espacios siguen predominando los hombres.
El 52 por ciento de la población en el mundo son mujeres, y en los partidos políticos ellas son las que mueven grupos, las que reúnen, las que convocan, las que hacen el trabajo, y no son tomadas en cuenta a la hora de ocupar un cargo político.
Si bien ya se estableció el tema de la paridad, es preocupante que a algunas candidatas las manden a distritos donde saben que de antemano es difícil que ganen, suelen obligarlas a renunciar a la postulación, les niegan recursos para sus campañas, les ocultan información, descalifican sus propuestas, o las agreden verbalmente. Las utilizan y manejan a su antojo los grupos de poder, lo que configuran algunos aspectos de la violencia política.

Hace unos días un partido mostraba la unidad de la militancia con una reunión; en las gráficas que circularon no se observó una sola mujer. Porque las decisiones al interior de los partidos las siguen tomando los hombres, que no quieren perder los privilegios que esta sociedad patriarcal les ha otorgado. Siguen sin comprender que para lograr la igualdad y por ende una democracia real, la participación de las mujeres en la vida política es sustantiva y fundamental.
En los partidos y en la sociedad civil hay mujeres inteligentes, preparadas y que manejan la perspectiva de género. Herramienta conceptual que resulta de gran valía a la hora de gobernar o dirigir un estado, una ciudad o un partido político. Aplicar la perspectiva de género, de manera comprometida y eficaz, podría incluso convencer a un electorado, que cada día cree menos en los políticos.
Es cierto que algunas mujeres que han ocupado estos espacios repiten el liderazgo masculino, pero porque es el único que conocen, es el que han aprendido. Estoy segura que si se informan, si buscan y se interesan por aprender otras formas de ejercer el poder en beneficio de la población, la brecha de desigualdad sería menor y ellas harían un mejor papel.
Existen mujeres valiosas en los 11 partidos políticos a nivel local, que para ser tomadas en cuenta, deben ser impulsadas por sus compañeros y compañeras militantes, quienes podrían exigir más espacios para ellas, y aprender a gobernar tomando decisiones en beneficio de la ciudadanía, que ya está cansada de mentiras, de acciones populistas y asistencialistas que no resuelven en nada la grave situación que atraviesa la mayor parte de la población en el estado.



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