Ojo de gato: Por qué voy a votar
por Morris
Guillermo Manzano
Con la irrupción del ‘candigato
Morris’ el proceso electoral veracruzano y, en especial el de Xalapa, sale de
su monotonía tradicional. De broma a burla y eso no lo toleran los políticos.
Aparte
de lo anecdótico Morris representa una opción para los xalapeños y veracruzanos
que están hartos de los partidos y sus prácticas. Quizá por eso se ha
descalificado a quienes de una u otra forma apoyamos al candigato.
Nuestro
sistema electoral es mixto. Los representantes populares se eligen por mayoría
relativa y representación proporcional. Es decir, que nuestro sufragio tiene
doble beneficio para los políticos y ninguno para nosotros.
Se
ha dicho que ‘votar por Morris’ es anular el voto. Lo que no dicen es que votar
por Morris es un voto que cuenta y ese es el temor de los que viven de nuestros
impuestos. Me explico:
En
el cómputo y escrutinio de la jornada electoral se cuentan TODOS LOS SUFRAGIOS.
Los de los candidatos registrados, los nulos y los de candidatos no registrados.
Con base en este universo de votos se determinan los porcentajes asignados a
cada partido. Si obtienen el mínimo requerido por la ley, tienen acceso a los
órganos de representación popular mediante la representación proporcional. Con lo
que se garantiza (al menos en teoría) la incorporación de todas las corrientes
políticas ‘representativas’ de la sociedad. De esta forma se reconocen los derechos de las minorías que no obtuvieron
el triunfo en las urnas pero que cohabitan con las mayorías. De ahí parte la integración
de los cabildos y del Congreso del Estado.
El
candidato que más votos obtuvo por mayoría relativa gana. Pero los partidos perdedores
tienen derecho a ‘una rebanada de pastel’ con regidores y diputados
plurinominales. Si es que alcanzan el porcentaje mínimo requerido para mantener
su registro.
Al
votar por Morris o anular el voto, se cierran las puertas a los partidos
paraestatales que nada y a nadie representan. Por ejemplo AVE, Panal, PT, PVEM
y Cardenista. Les cancelamos la posibilidad de integrarse a los órganos de
representación. Pero además, les quitamos la posibilidad de sus registros
legales y prerrogativas.
Foto tomada del perfil de FB del Candigato |
Sabemos
que los peores enemigos de los ciudadanos son los políticos. Por eso tratan por
todos los medios de inhibir la participación, nos han escamoteado el derecho de
ser electos a cualquier cargo de representación. Sólo mediante sus partidos
podemos acceder, pero ya sabemos que los partidos ni a su militancia respetan.
Improvisar
candidatos ha sido una constante de los partidos. Verbigracia, el actual
gobernador de Veracruz. Si en Xalapa logramos una participación porcentualmente
importante al votar por Morris o anular el voto, cerramos las puertas a los vividores
que quieran ‘colgarse’ de un sueldito de más de 100 mil pesos mensuales como
regidor. Si a nivel estatal lo hacemos. Cerramos las puertas a otro tanto de
vividores que aspiran a ser diputados plurinominales y, les quitamos el
registro electoral con lo que las arcas públicas tendrían un considerable
ahorro.
Es
cierto que ‘de todos modos’ ganará ‘X’ o ‘Y’ candidato. Pero tomemos estas
elecciones como un ensayo ciudadano. Si nos funciona, en tres años estaremos en
otras condiciones de renovar gobernador. Quien quite y hagamos historia.
Entonces
cuando te digan que votar por Morris es un infantilismo o no sirve para nada,
seguro es una persona que vive de los pellejos plurinominales y quiere que
sigamos siendo ‘pueblo’ y no ciudadanos….
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