Migración, Vía Crucis hacia EU
Édgar Escamilla / Noreste Amatlán de los Reyes, Veracruz La rutina diaria es interrumpida por el sonido del teléfono celular; al otro lado de la línea, Lidia lanza la alerta: ¡Mamá, el tren va en camino! Inmediatamente, el grupo de señoras deja todo cuanto hacía y se apresta a cargar varias bolsas con comida que prepararon durante la mañana, para entregarlas a los migrantes que viajan montados sobre los vagones del tren conocido como «La Bestia» o el «devoramigrantes». Es viernes, son las seis de la mañana y los primeros rayos del sol comienzan a iluminar el Citlaltépetl o Pico de Orizaba. La blancura de los glaciares del volcán contrasta con el azul del cielo. Abajo se observa el verde de los cañaverales y la tierra rojiza, propia de la región de las Altas Montañas en Veracruz. Una hora después comienza la actividad en la casa de la familia Reyes Romero. Don Julio prepara la vieja camioneta azul, mientras llegan las señoras que viajarán desde la comunidad de Gua