Las voces de Pedro
Guillermo Manzano El último sábado de octubre nos reunimos por primera vez. La cita fue en la parte baja del Puente de Xallitic. Días antes se platicó la posibilidad de hacer una lectura en voz alta de Pedro Páramo. Se acababa de entregar un comentario de la novela como parte de las actividades de la materia de literatura. Sería interesante ver y escuchar como algunos adolescentes interpretarían esos murmullos provenientes de Comala. Cada uno llevó un fragmento que le había gustado, motivado o simplemente quería leer. Algunos se repetían, quizá por su sencillez, quizá por su belleza. Lo que nos unió fue el gusto por hacerlo. Unos se fueron y al final quedaron 14 jóvenes. Ellas y ellos frente a Pedro Páramo. Durante noviembre estuvimos ensayando. Juguetones, traviesos, combinaban el trabajo con bromas, comentarios de la escuela, chismes, estados anímicos. Un par de veces suspendimos porque había que entregar tarea. Ahí los fui conociendo más. Dos veces a la semana