Ojo de Gato: ¿Presidente interino?
Guillermo
Manzano
Lo que llama la
atención es que con todos los años de oficio y les siguen viendo la cara.
¿Acaso no saben a que van a un proceso electoral?, ¿por qué anular una elección
y no todas?, ¿en verdad cree que con una parte mínima de la población (lo mismo
para los otros tres) tenemos que aceptar sus ‘propuestas’?, ¿Sólo el PRI es
responsable del resultado, los demás no participaron?, ¿sólo hizo trampas el
PRI?
Estas y más preguntas
siguen y seguirán sin responder por parte de quienes acríticamente han seguido
y siguen a un candidato que se dice de izquierda pero que, en esencia, es un
fascista embozado.
Quienes hemos observado
en los últimos lustros la descomposición de la izquierda sabemos que no son los
mártires que se dicen. Ahí también anidan delincuentes y corruptos. Sólo para
recordar a Ignacio Castillo Mena, primer coordinador parlamentario de la
fracción del PRD, quien al final de su gestión aceptó ser embajador del
gobierno de Carlos Salinas en un país furris. Desde ahí empezó a visibilizarse
la podredumbre. El resto es consecuencia de lo mismo.
Algo que casi nadie
menciona es que ‘las reglas del juego’ fueron hechas a capricho del ‘legítimo’.
Por él se reformó la Constitución. Por él se negaron los derechos a los ciudadanos
a ser votados. Por él se escamotearon derechos fundamentales de cualquier
democracia. Por él los partidos se quedaron con el ‘derecho’ de ser los únicos
de proponer candidatos y de ser las únicas vías para acceder a un cargo de
representación popular. Por él y sus incondicionales. Pero de eso, ya nadie se
quiere acordar.
Gracias a él, Ángel
Aguirre es gobernador de Guerrero. Un ex priista acusado de crímenes en el
pasado y que lo ha refrendado con la represión contra normalistas en el estado
de Guerrero. Por él, Jaime Sabines fue Gobernador de Chiapas, individuo que uso
el poder para acabar con su antecesor por rencillas personales. Por él, el
grupo compacto que gobernó al país de 1988 a 1994 se incrustó en el PRD. Y
gracias a él, Arturo Núñez, viejo mapache y artífice del Instituto Federal
Electoral y sub alterno de Fernando Gutiérrez Barrios, es hoy gobernador de
Tabasco.
Hay muchos que lo
defienden y siempre ponderan su honestidad. Pero callan todas las corruptelas
de su círculo inmediato y que él nunca se da por enterado. Claro, hablan de
Ponce y que sigue en la cárcel, ¿y? ¿Acaso puede hablar y hacer públicas sus
cuentas de sus asociaciones y cómo ha medrado del erario?
El priista y la panista
son iguales que él. Cortados por la misma tijera. Que nadie se apasione ni se
espante. Habrá un presidente ilegitimo, sea quién sea. Pero él tampoco goza de
legitimidad. Que no olvide que la memoria es la resistencia al olvido.
Sabemos que Peña empezó
su campaña desde hace mucho tiempo, pero él también lo hizo. No lo digo
solamente yo, lo dijo uno de sus contrincantes; ‘yo hice campaña seis meses,
pero no puedo ganar a quién ha hecho campaña por seis años’ (Marcelo Ebrard).
Ahora pide que haya una
presidente interino. ¿De verdad tenemos que aceptar eso? Mejor convoquemos a
nuevas elecciones sin la participación de ninguno de los cuatro. Ellos ya
tuvieron su oportunidad y no obtuvieron el apoyo de la mayoría del electorado.
18 ó 15 millones de votos no representan el 50 más uno de nuestro padrón.
Para crucificarse primero
hay que cargar la cruz. Y eso, ningún político profesional lo ha hecho.
Pero
también exijo se resuelvan los crímenes de Regina, Milo Vela, Yolanda, Víctor y
demás reporteros muertos. Porque aparezca Evaristo Ortega y demás reporteros
secuestrados y porque a Fidel Herrera y a todo su gabinete se les enjuicie por
corrupción, malversación de fondos y haber sumido en las peores crisis
sociales, económicas, morales y de seguridad al estado de Veracruz.
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