Ojo de Gato: No quedarnos atrás





Guillermo Manzano



La realidad lleva su tiempo. Sin prisa pero sin detenerse. Ese andar pausado a veces nos lleva  a la desesperación. Se quiere mover más rápido las manecillas del reloj, pero estas se niegan a dejar su andar pausado pero firme.

    Pero hay cosas que si podemos hacer. Por ejemplo, organizarnos y prepararnos para enfrentar lo que viene. Ya no podemos, ya no debemos ir a la zaga de los acontecimientos, aunque estos parezcan menos importantes que la lucha que hoy se libra.

    Pienso en Veracruz. El estado renovará 212 presidencias municipales y un congreso con 50 integrantes. No es un ‘mal pastel’ si consideramos que representa recursos y espacios de poder políticos, o sea, áreas de influencia de trabajo para transformar o mantener el mismo estado de cosas.

    Lo comento porque desde hace muchos años no se había presentado una coyuntura como la del 132 y amigos que los acompañan. Si bien su eje público es contra el candidato presidencial del PRI, su radio de acción se abrió a otros aspectos de la vida pública.

    Pero también existen personas que no quieren vincularse con ellos pero que tienen un espíritu y actuar democrático. Si logramos conjuntar esfuerzos que trascienda la actual situación antipeñista y viéramos un poco más, digamos a corto y mediano plazo, quizá se podría influir en los resultados de las próximas elecciones. Quizá le pudiéramos quitar espacios a las burocracias partidistas que no representan nada ni a nadie, pero que se mantienen gracias al sufragio ciudadano que apoya a ‘X’ candidato o candidata, pero no logra ‘ver’ lo que está detrás de un emblema partidista.

    Pero si no me creen, hay que ver que el Gobierno veracruzano y su partido han puesto sus barbas  a remojar. Harán lo mismo que en 1988, cuando el PRI perdió en Veracruz la elección presidencial: cambiar las reglas del juego.

    El Código Electoral será reformado. Es un hecho porque en Veracruz no existe una oposición. Si acaso, pequeños grupos de presión bajo membretes electorales que son moneda de cambio.

    Hace 24 años gobernaba Fernando Gutiérrez Barrios, el secretario de gobierno y responsable político era Dante Delgado Rannauro, quien fue el que operó la reforma al Artículo 82 del entonces Código Electoral, que prohibió de facto las alianzas electorales. El Frente Democrático Nacional había arrasado y Carlos Salinas perdió en Veracruz.

    Ahora no sólo se cambiará un artículo, sino que se hará un nuevo instrumento jurídico tras los resultados de Enrique Peña en la elección pasada. Ellos, los de siempre, cambiarán las reglas y después –como siempre- nos convocarán a votar por sus candidatos. Así es este negocio. Pero no siempre debe ser así.

    Como no podemos influir en las decisiones del Congreso y quienes pensamos y nos ubicamos en la izquierda no tenemos representación, igual que la mayoría de las y los ciudadanos, podemos empezar a trabajar desde la base, desde la cuadra, la colonia, la comunidad.

    Hay convicción y fortaleza. El campamento en la Plaza Lerdo lleva varias semanas. Ellas y ellos  están convencidos que este país puede cambiar, por eso siguen ahí. Cada marcha que se convoca es un éxito en afluencia, creatividad y motivación.

    La sociedad ha rebasado a los partidos pero no los ha podido abrir. Lo que hacen los partidos es simular. Ofrecen candidaturas por el principio de mayoría relativa y ellos se quedan con los de representación proporcional (verbigracia: regidurías y diputaciones ‘pluris’). Basta ver la integración de las nuevas cámaras federales. Las mismas caras, las mismas familias, los mismos de siempre que ya se relamen los bigotes pensando en sus próximos ingresos, mientras tanto, la gente sigue en las calles exigiendo limpieza electoral. No se vale.

    Que los partidos abran espacios significa que también postulen por ambos principios a ciudadanos y ciudadanas sin compromisos con las cúpulas. ¿Qué se corre el riesgo de que pase lo mismo que con el IFE y demás órganos electorales en los estados?, pues sí. Pero es un riesgo que se debe correr mientras no tengamos otras formas legales de participación.

    Entonces la propuesta es simple: seguir mediante todas las vías legales y medios posibles con la exigencia de la anulación de la elección presidencial. Si. Pero también empezar a trabajar para el año próximo. Es necesario renovar la clase política. Debemos partir de la confianza, aunque en ello nos llevemos otra decepción. Insisto, la realidad tiene su propio tiempo…

    Pero también exijo se resuelvan los crímenes de Regina, Milo Vela, Yolanda, Víctor y demás reporteros muertos. Porque aparezca Evaristo Ortega y demás reporteros secuestrados y porque a Fidel Herrera y a todo su gabinete se les enjuicie por corrupción, malversación de fondos y haber sumido en las peores crisis sociales, económicas, morales y de seguridad al estado de Veracruz.

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