Ideal cristalizado por el comandante Flores Tlapa (Por Lorenzo Franco Aranda)
55 años de entrega para hacer del Cuerpo de Bomberos
de Xalapa uno de los mejores de Veracruz y de México
Una de las mayores satisfacciones del xalapeño Ernesto Flores Tlapa es ser reconocido por sus 55 años de entrega a una heroica corporación de Bomberos, que con sólo 48 elementos tiene que velar de día y de noche por la seguridad física de casi dos millones de habitantes de éste y otros 38 municipios cercanos.
“Es una gran satisfacción que al cabo de estos 55 años se me haga este reconocimiento por parte de la asociación Filosofía, Cultura y Arte de Veracruz que encabeza don Arturo Jaramillo Palomino, que se suman a otros homenajes que en mi vida he recibido.
“No deja de causarme halago, porque esto me estimula bastante para seguir en esta grata labor, que es igualmente compartida por mi familia.
“Hay tres cosas que se dieron circunstancialmente y que han sido parte de mi vida.
“Una de ellas es haber regresado a mi natal Xalapa al inicio de la década de 1950, tras egresar de la Escuela Militar de Mecánicos de Aviación, dependiente de la Fuerza Aérea Mexicana de la Secretaría de la Defensa Nacional y abrir mi ferretería en un sitio cercano al mercado de San José, por donde está la casa de la Liga de Comunidades Agrarias.
“Otra vivencia de aquella época fue haber ingresado como voluntario al cuerpo de Bomberos de Xalapa, cuyo cuartel estaba entonces anexo al de San José, por la calle de Flores Bello.
Y la tercera cosa agradable que me pasó es haber conocido a María Cristina, la que es ahora mi esposa y madre de mis hijos Ernesto, Víctor, Rosalba y Martha.
Flores Tlapa, creador del gimnasio de Bomberos
Por cierto, a su ingreso como voluntario, Flores Tlapa se dio cuenta que el Cuartel de Bomberos, como se le conocía entonces, carecía de un gimnasio donde los elementos distrajeran sus tiempos libre y se prepararan físicamente para estar aptos, por lo que a iniciativa suya se creó tan indispensable espacio, que también abrió sus puertas al público en general mediante una cuota simbólica.
Durante varios años en este gimnasio se forjaron levantadores de pesas y fisicoculturistas que fueron campeones a nivel local, estatal y nacional. “Pero sobre todo, se cuidó el entrenamiento de los bomberos voluntarios, quienes debe tener fortaleza física, disciplina y entrega absoluta.
“En lo personal, por mi formación militar estoy acostumbrado al ejercicio y por eso lo sigo haciendo, como caminar, correr o trotar al aire libre en el cerro del Macuiltepec o en aparatos del gimnasio, pero sobre todo nadar en una alberca con agua fría, lo que proporciona templanza física y sirve para aclarar la mente.
“Para mí fue una gran decepción al llegar a Bomberos y ver que no hubiera un gimnasio y otros cosas; vi que había muchas carencias, por lo que me involucré en tal forma en remediar estas cosas y empezar a motivarlos, hasta que se formó el primer patronato, porque había que tener un respaldo físico y moral para la institución, integrado por personas altruistas y de buenos principios.
“Con todas satisfacciones personales es con lo que me he llenado espiritualmente, por lo que los 55 años que tengo como bomberos se me han pasado casi sin sentir, no se explica uno a veces el paso del tiempo en un abrir y cerrar de ojos.
“La primera satisfacción vino cuando tuve mi nombramiento como Segundo Comandante otorgado por el alcalde de Xalapa, Fernando García Barna el 3 de octubre de 1963, considerado desde entonces como el Día del Bombero porque se honró a toda la corporación.
“Por cierto, el gobernador Fernando López Arias objetó que debido a mi edad -24 años- era yo “muy chico para ser nombrado comandante”, pero un amigo mío que era presidente de la Junta Administrativa y tenía amistad con el gobernador, lo convenció de que me otorgaran tal nombramiento, a lo que accedió con el carácter de ‘a prueba’, lo que me motivó a involucrarme cada vez más y más y más.
Construir la Estación Central, el primer logro
“Fue así como me propuse construir un edificio propio, pues en el cuartel de San José estábamos como arrimados. Empecé esas gestiones con el gobernador Fernando López Arias.
“Ya con Murillo Vidal tenía yo un poquito de acercamiento. Con él tuve mucha amistad desde que fue candidato a la gubernatura y prometió ayudarme con los Bomberos, ‘nomás que llegue yo a la silla’, cosa que me cumplió.
“Fue en esa época cuando el Patronato empezó a hacer los bailes populares en Xalitic durante cinco años para empezar a reunir fondos después de poner la primera piedra en 1969 en lo que era la calle de Tantoyuca, hoy Ernesto Ortiz Medina.
“Nos dijo don Rafa: Ustedes empiecen y yo me encargo de terminar la obra, cuyo costo básico se estimó en cerca de 600 mil pesos. Como se nos acabaron los fondos, el gobernador se encargó de financiar la construcción.
“Y así vino la cauda de gobernadores y presidentes municipales que nos hay ayudado hasta llegar al actual sexenio, en que el gobernador Fidel Herrera accedió a darnos plazas de policía a todos para tener un ingreso fijo y decoroso.
“Cuando yo empecé en 1953 éramos voluntarios y así seguimos durante varios años, mientras los gobernadores nos iban dando poco a poco las plazas, dos, tres o cuatro.
“Además, este gobernador nos donó un carro bomba al inicio de su gestión y tuvo la deferencia de instruir que se le pusiera mi nombre a esa unidad. El 3 de octubre de 2005 hicimos un homenaje a los bomberos y él fue a acompañarnos”.
Flores Tlapa, director del Museo de Bomberos de Xalapa
Fue durante la administración del gobernador Miguel Alemán Velazco cuando Flores Tlapa decidió dejar la vida activa como bombero al darse cuenta que ya la fuerza física no era suficiente.
“Eso fue durante un incendio nocturno en la planta alta de la plaza comercial ‘Barra China”, ubicada en la calle de Dr. Lucio.
”Cuando llegamos estaban las cortinas cerradas y mientras unos intentaban ingresar por debajo tratando de levantar las cortinas, otros debíamos entrar por la parte alta.
“El caso es que el personal colocó una escalera para poder llegar al balcón; luego de que subieron dos bomberos, traté de seguirlos, sólo que al llegar a la parte alta me sentí imposibilitado para saltar al balcón.
“Sentí que la ropa de trabajo me obstaculizaba, pero desde ahí alcancé a ver que entre la gente estaban el general Valentín Romano, subsecretario de Seguridad Pública y el general Raymundo Refugio Rodríguez Bahena, de la Policía Auxiliar, quienes me estaban observando.
“Entonces dije para mis adentros: Ahora brincas o a ver qué haces, pero tú no va a hacer el ridículo ante esos dos personajes que son mis superiores.
“Fue así que decidí ver la forma de cómo hacerlo; en una palabra, me sobrepuse y de repente tuve la energía suficiente para poder enfrentarme a la emergencia.
“En ese preciso momento creo haber usado hasta las uñas par poder sujetarme en algo; posiblemente debí hacerlo como el hombre mosca o araña; ojalá existiera una película o video que mostrara esa hazaña en donde salí bien librado”.
Y fue a partir de esa experiencia en que Flores Tlapa cedió el mando al actual comandante Pedro Marcelino Flores Viveros y él se abocó a constituir formalmente el espacio dedicado al Museo del Bombero de Xalapa, del cual es su director.
“Este Museo se inauguró en 2004 con mas de 300 piezas originales donadas por corporaciones de otros países y de otras ciudades mexicanas, las que empezamos a atesorar desde hace unos 30 años, entre las que figuran carros bomba, cascos, escudos, fotografías, equipo contra incendios, palas, hachas y diversos objetos que guardan mitos e historias de todas partes del mundo”.
Por si estos logros no fueran suficientes, Flores Tlapa ha logrado reunir en un volumen de 280 páginas, titulado precisamente “Un ideal cristalizado”, las vivencias personales y su trayectoria como “tragahumo” voluntario, con muchas fotos que dan testimonio de su incansable caminar, editado en 2005 como conmemoración del 71 aniversario de la fundación del Heroico Cuerpo de Bomberos de Xalapa.
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