Claroscuros de Tlacotalpan (Camilo Santamaría)
Hambrienta de turismo que apuntale su maltrecha economía, después de las severas inundaciones del año pasado que por poco la destruyen, Tlacotalpan se prepara para sus fiestas patronales. Mientras las autoridades y una parte del sector terciario confían plenamente en que los visitantes y la derrama económica generada será su salvación, otros se quejan que han sido dejados a un lado en la organización de las festividades. Y un sector, el más afectado, lucha por salir adelante en medio de una crisis más profunda, que no desaparecerá en tres días de fiesta. Después de tres meses de no ingresar un solo centavo en caja, porque sufrió pérdida total de su restaurante, el propietario de Los Jarochos, José Ángel Aguirre Aguilar está ávido de visitantes. Con un restaurante a la orilla del río, ofreciendo una vista espectacular, espera unos 2 o 3 mil comensales por día durante las fiestas de la Candelaria , que van del 31 de enero al 2 de febrero, y que en esta ocasión se unen al fin de seman